Un pedazo de queso puede ser dividido en dos, sin que por ello pierda propiedades, pero… ¿qué sucede si seguimos dividiendo los pedazos obtenidos una y otra vez, hasta el infinito? Hace más de 2400 años, un filósofo griego llamado Demócrito, natural de Abdera, defendía la idea de que, llegado a un punto, esa división es imposible. La materia, sostenía el filósofo, no se puede fragmentar hasta el infinito porque está formada por partículas diminutas, elementales e indestructibles, a las que llamó
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