Mujeres libres: Annette Kellermann, «Million Dollar...
A finales del siglo XIX, en lo que podríamos llamar el Occidente «civilizado», las actividades que una mujer podía realizar eran sumamente escasas. Eso es conocido. Las mujeres no podían, por ejemplo, participar en un sufragio electoral (a partir de 1893 en Nueva Zelanda; 1920, Estados Unidos [y solo mujeres blancas]; 1931, España), no podían actuar en las fuerzas armadas (hasta mediados del siglo XX), no podían, salvo extrañísimas y muy probadas circunstancias, divorciarse, y si lo conseguían, el
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