Una entrevista reciente al cumbiero/rapero L-Gante disparó una serie de comentarios agresivos o peyorativos en las redes sobre sus modos de hablar. Esos comentarios, por suerte menos frecuentes que las demostraciones de afecto a L-Gante, consistieron en indicaciones ortofónicas, bromas sobre su oratoria y en -infaltables- críticas a las temáticas de las letras. Quiero hablar de lo que llamaría el habla racista sobre el habla de L-Gante. Un habla cuya distribución social está lejos de tener fronteras