Cada día producimos más basura de la que nuestro planeta puede soportar. Plásticos, vidrio, cartón y metales terminan en calles, ríos y océanos, dañando ecosistemas enteros y poniendo en riesgo nuestra salud. Aunque estos materiales podrían tener una segunda vida, la mayoría se desecha sin pensar. Reciclar no es solo una acción ambiental: es un acto de responsabilidad con nosotros mismos, con quienes amamos y con las generaciones que vienen. Al separar nuestros residuos, reducimos la contaminación,
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